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El sermón de la montaña



Una de las cosas que más me sorprenden y molestan de los cristianos es lo poco cristianos que son.
Por: Héctor Abad Faciolince

Lo que Jesús enseñó en los Evangelios es muy difícil de cumplir y —a veces— para un cristiano no creyente como yo, de una bondad que limita con la ingenuidad. El precepto de “amar al prójimo”, por ejemplo, recibió de Amos Oz una crítica que me parece justa. Según el escritor israelí uno en la vida, si mucho, llega a amar a unas diez o veinte personas. Amar a todo el mundo, en cambio, le parece un propósito imposible de cumplir. Para Oz es suficiente respetarlos, tolerarlos.
Pero es que algunos católicos que conozco (por ejemplo el funcionario que vive haciendo alarde de su catolicismo) no solo no aman al prójimo, sino que en sus actos demuestran un desprecio, una animadversión y una falta de caridad tan evidentes, que parece que hubieran invertido el precepto de Jesús: odian a sus semejantes y sencillamente quisieran exterminar a sus enemigos.
Lo mismo ocurre con el partido más representativo de la extrema derecha colombiana, que paradójicamente se hace llamar de centro. Cada rato los ve uno de meapilas arrodillados en misa, de ojos cerrados y de manitas juntas como santurrones, pero no hay ejemplos más claros de odio y desprecio por el prójimo que sus discursos. Es increíble cómo se les nota la sed de venganza, y la absoluta falta de compasión.
En estos días estuve leyendo el libro de otro gran escritor judío, Kurt Vonnegut: A Man Without a Country (Un hombre sin patria). Ahí hay un capítulo que me impresionó mucho en el que dice lo siguiente: “Por algún motivo los cristianos más vociferantes entre nosotros no mencionan jamás las Bienaventuranzas. Sin embargo, a menudo con lágrimas en los ojos, piden que los Diez Mandamientos se pongan bien visibles en los edificios públicos. Y por supuesto ahí está Moisés, más que Jesús. Nunca he oído que ninguno de ellos pida que el Sermón de la Montaña, las Bienaventuranzas, se pongan en ningún sitio. ¿‘Bienaventurados los misericordiosos’ en un juzgado? ¿‘Bienaventurados los pacíficos’ en el Pentágono? ¡No me hagan reír!”.
Y aquí, a veces, no llegamos siquiera a la ley de Moisés. Si uno se atreve a recordarles a ciertos personajes que el quinto mandamiento es claro y muy sencillo (“No matar”), ellos matizan y defienden la idea de que es mucho mejor un guerrillero muerto que un guerrillero preso, porque la cárcel le sale muy cara al Estado para mantener cucarachas. Esta deshumanización del enemigo es la treta perfecta para no pactar con él.
Inspirado por Vonnegut me fui a leer el Evangelio según San Mateo, Capítulo V, y de verdad me di cuenta de que ahí Jesús formula unas normas morales admirables, y que sin embargo la mayoría de los católicos poderosos ignoran: “Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Y un poco más adelante: “Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente; yo, empero, os digo, que no hagáis resistencia al agravio; antes si alguno te hiriere en la mejilla derecha, vuelve también la otra. (…) Habrás oído que fue dicho: amarás a tu prójimo y tendrás odio a tu enemigo. Yo os digo más: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os persiguen y calumnian”.
Ahora que por la serie está tan de moda la Madre Laura conviene recordar que ella y su madre rezaban todas las noches por un tal Clímaco Uribe, de los Uribe de Salgar. Escribe la santa: “Cuando ya grandecita le pregunté dónde vivía ese señor que amábamos, por quien rezábamos cada día, me contestó: ‘Ese fue el que mató a su padre; debe amarlo porque es preciso amar a los enemigos’”. Antes de alabar tanto la venganza y denigrar tanto de la paz, sería bueno que el procurador y Uribe releyeran el Sermón de la Montaña y la Autobiografía de la única santa colombiana.


DEMOCRACIA SIN PARTIDOS Y PARTIDOS SIN DEMOCRACIA EN COLOMBIA


Lo que ha venido ocurriendo -y lo que está por venir- en la definición de avales y respaldos a los candidatos a la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín, reafirma lo expresado en esta misma columna de opinión el pasado 4 de junio[1], en el sentido de que los partidos políticos en Colombia se mueven más por intereses burocrático-electorales representados por diferentes grupos o facciones en su interior, que por idearios colectivos que apuntan al bien común.

Hoy la disputa electoral por la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín es bastante compleja, dados los contactos y alianzas entre sectores que -quizás no ideológicamente- pero sí por su concepción de la función del Estado y su estilo de gobierno, parecían muy distantes. Hace menos de un año, cuando comenzaban a definirse los perfiles de los candidatos y los apoyos, aparecían claramente identificadas tres fuerzas políticas: El fajardismo, el uribismo y el santismo.

Las alianzas entre esas fuerzas, no sólo eran impensables, sino incluso casi imposibles. Sin embargo, hace unas tres semanas comenzaron contactos y acercamientos, algunos casi improbables, como la eventual alianza entre Uribe y Fajardo, apoyados por el Grupo Empresarial Antioqueño, GEA, para cerrarle el paso a Luis Pérez Gutiérrez, quien lidera la intención de voto en prácticamente todas las encuestas. Pérez cuenta con el apoyo económico del empresario Augusto López Valencia (el dueño de las tiendas D1) y con el aval de los partidos Cambio Radical y Liberal y espera el del Partido de la Unidad Nacional; además, hacia él pueden confluir apoyos significativos como el proveniente de Liliana Rendón, en caso de no ser candidata del Centro Democrático,  y una amplia mayoría del Partido Conservador.

SÓLO ALCANCES PARCIALES EN LO ACORDADO HASTA AHORA EN LA HABANA

Luego de tres años de conversaciones, con las vicisitudes propias de dialogar en medio del conflicto, la mesa de negociaciones entre el gobierno colombiano y las Farc en La Habana, parece dar muy buenos resultados,  especialmente con el anuncio de la semana pasada sobre la creación de una comisión de la verdad.

Positiva fue también, como resultado del ciclo 36, la instalación de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, encargada de investigar sobre los orígenes y responsabilidades del conflicto colombiano (que será un gran apoyo para la comisión de la verdad) y la celebración de tres audiencias con delegaciones de víctimas en La Habana.

No obstante, el optimismo que genera este importante anuncio, que se produce en medio de una escalada violenta de las Farc y la consecuente reacción de las Fuerzas Armadas de Colombia, no deja de tener un alcance parcial, como otros acuerdos alcanzados hasta el momento.


Este jueves 25 de junio inicia el periodo de inscripción para los candidatos que quieren participar en las elecciones de 2015





Este mismo día vence el plazo para que los comités de grupos significativos de ciudadanos se inscriban y registren sus tres inscriptores, un requisito indispensable para realizar la recolección de las firmas de apoyo a las candidaturas.


Los aspirantes a las elecciones de octubre se pueden inscribir de dos maneras: con el aval de un partido o movimiento político con personería jurídica reconocida por el Consejo Nacional Electoral o con el apoyo de un grupo significativo de ciudadanos.



El proceso de inscripción se debe realizar ante los delegados departamentales del Registrador Nacional, los registradores especiales, municipales y auxiliares dependiendo de la corporación a la que aspire.

De acuerdo con el calendario electoral establecido para las elecciones de Autoridades Locales, este jueves 25 de junio inicia el periodo de inscripción de candidatos a gobernaciones, alcaldía, concejos, asambleas y juntas administradoras locales en todo el país.







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