JESÚS ELÍAS LOAIZA ARENAS, UN AMALFITANO CON 117 AÑOS DE VIDA Y AUN ENHEBRA AGUJAS SIN GAFAS.

 JESÚS ELÍAS LOAIZA ARENAS, UN AMALFITANO CON 117 AÑOS DE VIDA Y AUN ENHEBRA AGUJAS SIN GAFAS.

  
POR: FREDY LEON GOMEZ ALVAREZ

Periodista



Este amalfitano es  el menor de una familia conformada por siete hermanos y una mujer: Víctor Emilio, Miguel Antonio, Pablo, Miguel, Ángel, Emilia, Joaquín y él. Nació en Amalfi nordeste del departamento de Antioquia, el 22 de febrero de 1905, actualmente vive en el sector del sacatin ha escasas quince cuadras del parque principal. Su padre Miguel Antonio Loaiza murió a la edad de 85 y su madre Zoila Rosa Arenas de 72 años de edad. Vive con algunas hijas, nietos y con su esposa María Ermelina Monsalve de Loaiza, con quien se casó en el municipio de Yolombó Antioquia el día 4 de junio de 1951, cuando ella tenía 15 años y actualmente tiene 91, es decir, es decir, que le lleva 26 años de diferencia. Tuvieron once hijos, de los cuales viven: Martha Inés, Martín Emilio, Luis Alcides, María del Carmen, Héctor de Jesús y María Rosalía. Su numerosa descendencia son: 58 nietos, 67 bisnietos y 2 tataranietos, éstos últimos de 16 y 21 años.

Esta historia aparentemente es normal, pero lo increíble y de admirar es que don Jesús Elías, su cuerpo se encuentra muy deteriorado , ya no  realiza trabajo que requieren de mucha fuerza como rajar leña, cargar agua y todas las actividades propias de una casa etc,  Como para no creerlo, nunca ha utilizado gafas y enhebra agujas sin dificultad, ante su mirada de su hija Martha Inés, que si tiene gafas y dice algo apenada por ella y orgullosa por su papá: “yo no soy capaz de hacerlo”.

Siempre ha vivido en Amalfi, aunque algunos pocos años se fue a trabajar a Yolombó (donde se casó) y también a Don Matías, donde vivió solo un año. Nunca ha tenido enfermedades, lo único que ha sufrido fue cuando estuvo trabajando en este último pueblo, le dio gastritis, fue donde el médico, le recetó 30 pastillas y con eso se curó. “No estudié”, dice, “porque mis padres debían colaborar para pagar la maestra y como eran pobres, ellos no podían, escasamente mi papá jornaleaba para darnos la comida”.

Preguntándole sobre el secreto de su longevidad, él dice: “Que Dios le de salud a uno, y uno no ser vicioso, los vicios son los que no dejan vivir a la gente hoy día, no ve esos jovencitos que parecen unos esqueletos de fumar marihuana” también agrega: “hay que comer bien, como panela, fríjoles, mazamorra, caldo de hueso…” y otro secreto es que se acuesta a las siete de la noche y se levanta a las cuatro de la mañana, dice que “hay que ver amanecer”. Interrogado sobre ¿cuántos años más aspira a vivir? Responde: “hasta que Dios quiera”. Actualmente, no tiene necesidad de tomar ninguna clase de medicamentos para su salud. Preguntado sobre si la vida era mejor antes o ahora, él dice: “la de antes, lo bueno de hoy en día es que los jóvenes tienen mucha diversión”.

Vive en el  barrio de extracto uno en las afueras del municipio de Amalfi, ya por lo menos  , la administración le construyó una vivienda en material ya que vivía en un rancho de cancel y sin agua. Hoy ya tienen unos tanques de aguas. Es el hombre más viejo de la tierra, y aún no aparece en el libro de los guinnes records.

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